✅ ¿Qué es el colecho?

Practicar colecho es permitir que el bebé duerma junto a sus papás – o su mamá- por la noche. Es una práctica que, aunque parece que es muy reciente, realmente se ha venido haciendo desde el inicio de nuestra especie.

Como mamíferos que somos, las madres siempre han estado cerca de sus crías para amamantarlas, y aún más en las épocas en las que había peligros que acechaban a cualquier hora. Los bebés, desde hace millones de años tienen un sistema de supervivencia que consiste en llorar cuando no sienten la presencia de su madre -u otro cuidador- cerca. Sus niveles hormonales aumentan drásticamente y en ellos se enciende la alerta que podríamos traducir como “estoy solo, podría morir en cualquier momento, tengo que lograr que alguien venga a por mi”.

Por eso, los bebés que duermen al lado de sus padres pueden sentir su respiración, su calor y su movimiento y están más tranquilos. Lloran menos y se despiertan menos.

Cuando se despiertan es porque sienten hambre – o alguna incomodidad o dolor-, y por supuesto, lloran. Pero al estar tan cerca de sus papás, éstos en seguida pueden atenderlos, calmarlos y darles lo que necesitan. Así, su llanto es menos intenso, menos duradero, menos angustioso. Se calman mucho más deprisa y se vuelven a dormir con más facilidad.

✅ ¿El colecho es una moda?

Dormir en una cuna independiente, o incluso en una habitación a parte es una costumbre relativamente reciente. Si preguntamos a nuestros padres seguro que ellos durmieron con sus padres durante mucho tiempo.

Pero en nuestra generación, cuando nosotros fuimos bebés, se instauró una tendencia en la que parecía que dormir con los padres era malcriar a los bebés. Pediatras y educadores recomendaban sacar al bebé de la cama, cuanto antes. Y claro, ¿qué iban a hacer nuestros padres? Creer en sus palabras y seguir sus recomendaciones. 

Por suerte hoy en día, aunque aún hay pediatras que no están a favor del colecho, hay muchos otros que, o bien no se meten, porque saben que cada familia debe hacer lo que mejor le funcione para descansar y cuidar de su bebé, o bien defienden el colecho porque conocen sus beneficios tanto para los papás como para los bebés.

✅ ¿Cómo practicar colecho?

El colecho se puede practicar de distintas maneras.

Una es que todos duerman en la misma cama, es decir, en una cama de matrimonio grande (papás y bebé o mamá y bebé, ya que puede ocurrir que la pareja pase a dormir en otra habitación durante unos meses porque por su trabajo es conveniente que duerma sin interrupciones, o porque no están cómodos los tres en la cama…).

Pero el colecho también puede hacerse uniendo la cama de matrimonio a la cuna del bebé. Para ello, es necesario disponer de una minicuna de colecho o una cuna de colecho, en las que uno de los laterales se puede retirar para que no haya separación entre la cuna y la cama.

En este caso, para la pareja puede ser más cómodo ya que siguen disponiendo del mismo espacio en su cama, y aun así, tienen a su bebé totalmente accesible simplemente estirando el brazo.

✅ Recomendaciones para colechar con cuna o minicuna

  • Para practicar el colecho con minicuna o cuna de colecho, es muy importante conseguir que los colchones de ambos queden a la misma altura. Así realmente se consigue la sensación de que todos están en la misma cama. Eso generalmente no es un problema ya que este tipo de cunas permiten regular la altura para ajustarse a la de la cama de matrimonio.
  • También es importante que no haya ningún tipo de separación o espacio entre la cuna de colecho y el colchón de los papás. Ahí puede haber más dificultades, según el tipo de estructura que tenga la cama de matrimonio. Sin embargo, la mayoría de minicunas de colecho y cunas de colecho también cuentan con algún sistema para poder acercar la cuna esos centímetros adicionales. Si no fuera posible, existen kits de colecho que añaden una espuma tipo colchón para colocarla entre la cama y la cuna. También puedes comprar la espuma por tu cuenta del grosor que necesites).
  • Otra pauta que se debe seguir es que la cuna y la cama estén atadas entre sí para evitar que se separen por accidente y el bebé pudiera colarse por el hueco. Generalmente las cunas y minicunas de colecho traen unas correas que se atan al somier de los padres. Así quedan inseparables y con un ajuste totalmente seguro.

✅ ¿Hasta que edad se puede colechar?

Hasta que la familia lo desee.

No hay edad en la que sí o sí el bebé tenga que pasar a su dormitorio. Es decisión de cada familia elegir el momento. Normalmente este momento llega de forma más o menos natural a partir de los 2 o 3 años. Si los padres, en ese momento, consideran que ya es momento de que su peque pase a su dormitorio, pueden explicar este cambio a su hijo/a, prepararlo emocionalmente para el cambio, decorar juntos el nuevo dormitorio, y acompañar a su hijo/a en este proceso.

como colechar

Pero si los padres quieren esperar más y todos están a gusto durmiendo en el dormitorio de los padres, pues se puede esperar hasta los 4, 5 o incluso 6. A partir de ahí, los niños ya suelen querer voluntariamente dormir solos. Más allá de esta edad, por supuesto se puede seguir practicando colecho. Pero ya no es necesario porque en general la lactancia ya terminado y los niños son autónomos y no se despiertan tan a menudo.

✅ Riesgos de practicar colecho

Algunos expertos han hecho diferentes investigaciones y han listado una serie de condiciones en las que no está recomendado el colecho por suponer un aumento del riesgo de la muerte súbita. 

  • Cuando el bebé es prematuro o tiene muy bajo peso al nacer. En esos casos es mejor esperar un poco antes de practicar colecho. Pero se puede tener en la minicuna al lado de la cama igualmente.
  • Cuando alguno de los progenitores fuma. Si eso ocurre, debería dejar de fumar al menos durante los tres primeros meses, o bien dormir en otra habitación.
  • Cuando alguno de los progenitores ha tomado alcohol, drogas o fármacos sedantes. Es lógico: sus capacidades de atender al bebé por la noche se verían reducidas, por lo que podría aplastarlo sin darse cuenta. 
  • Cuando la superficie sobre la que se duerme es excesivamente blanda, como una cama de agua. En ese caso el bebé podría hundirse o escurrirse por el peso de sus padres, pudiendo quedar sin respiración.

El caso de los padres fumadores es un tema menos obvio pero importante. Ya se presupone que la mamá no fuma (pues también era perjudicial para el embarazo y lo sigue siendo para la lactancia). Pero no es tan común pensar que pueda ser perjudicial que el papá sea fumador. Pues en el caso del colecho, sí podría serlo, especialmente durante los tres primeros meses de vida del bebé. Pasado ese tiempo, el riesgo se equipara entre padres fumadores y no fumadores sin diferencias significativas.

Sin embargo, siguiendo estas normas, se ha demostrado que colechar reduce el riesgo de muerte súbita del lactante respecto a los bebés que duermen separados de sus padres.

Es decir, que el colecho es un factor protector frente a la muerte súbita, siempre y cuando se practique de forma segura.

colecho seguro

✅ Recomendaciones adicionales para practicar colecho seguro

Otras recomendaciones importantes sobre el colecho las siguientes:

  • No se debe colechar en un sofá o sillón. Es lógico, el espacio es muy reducido y se podrían producir caídas accidentales o que el bebé se quedara aplastado entre el progenitor y el sofá…
  • Cuando en la cama de matrimonio también duerme otro hermanito, es importante que la mamá o el papá se coloquen entre los dos hermanos. Los niños pequeños no son tan conscientes de la presencia del bebé y podrían hacerle daño sin querer.
  • Si uno de los progenitores tiene obesidad mórbida tampoco es recomendable practicar colecho. Su peso podría hundir el colchón con consecuencias similares a las que veíamos en el caso de colchones excesivamente blandos.
  • En los casos en los que el colecho se practica en la cama de matrimonio, vigilar que el bebé no pueda caer, poniendo alguna barandilla de seguridad si no está entre los dos papás. No se recomienda, sin embargo, que la cama esté pegada a la pared, ya que a través de la barandilla el bebé podría respirar, pero no ocurriría lo mismo si se acerca demasiado a la pared.
  • Durante el invierno no utilizar mantas pesadas o edredones, pues podrían cubrir sus vías respiratorias. En ese caso, lo más recomendable es ponerle un pijama de franela o un saquito de dormir y cubrirle solo con una sábana fina. Obviamente, si todos duermen en la misma cama los papás también deberían dormir cubriéndose solo con la sábana hasta la cintura -el bebé suele quedar con su cabeza a la altura del pecho de la mamá-.
  • La cama debe estar despejada de todo tipo de peluches, cojines, almohadas… vamos, lo mismo que si durmiera en su cuna.

Muchas de estas normas tienen sentido durante los primeros meses de vida y luego ya se pueden ir adaptando y flexibilizando.

✅ Beneficios de colechar

  • El bebé se siente más seguro y protegido, por lo que duerme mejor, se despierta menos y llora menos.
  • Cuando llora – o simplemente se desvela y hace algún gemidito- inmediatamente es atendido, por lo que su ansiedad no es tan intensa y deja de llorar más deprisa.
  • Su temperatura y su respiración se regulan mejor. El cuerpo de la mamá se adapta a las necesidades del bebé, subiendo o bajando su temperatura para ayudar al bebé a lograr la temperatura idónea. Igualmente, sentir el ritmo de respiración de sus papás le permite sincronizarse con ese ritmo.
  • La lactancia materna es más fácil de instaurar y mantener. La comodidad que tiene la mamá de darle el pecho sin tener que levantarse hace que los desafíos de la lactancia se puedan sobrellevar mejor. Resultado: un mejor descanso y menos obstáculos para mantener la lactancia.
  • Es más práctico para los papás, ya que no tienen que levantarse de la cama, y mucho menos andar por el pasillo a oscuras intentando no chocar con nada. Su mejor descanso hace que se sientan bien, rindan más durante el día y puedan atender a su bebé perfectamente.

✅ ¿El colecho puede hacerles más dependientes?

No, todo lo contrario. Ni se vuelven más dependentes ni más inseguros, como podría pensar mucha gente -especialmente los que no están a favor del colecho, porque justamente creen esa idea-.

El colecho permite crear un apego seguro. Es decir, los niños saben que tienen a sus padres cerca, se sienten seguros y confiados y crecen con esta idea permanentemente. Eso va creando una autoestima positiva

No ocurre lo mismo con los bebés a los que se les deja llorar en su habitación “hasta que se agoten”, para que “entiendan que llorando no van a conseguir que los atendamos”. En este caso, lo único que siente el bebé es cierto abandono, pues si no ve a sus papás no puede comprender que están en otro dormitorio. Para él simplemente no están.

En estos casos -especialmente si es frecuente dejarlo llorar o no atenderlo cuando nos reclama- lo que se genera es un apego inseguro. A estos niños les cuesta despegarse de sus papás porque sienten que, de algún modo, éstos pueden desaparecer el cualquier momento. También pueden sentir contradicciones sobre su valía y su amor. De todo esto hablamos más tendidamente el en post sobre crianza natural.